Soria periodistas

Al optimizar las facturas de la luz de un cliente me he encontrado con un hecho que creo que es bastante común: aunque uno de nuestros clientes tenía derecho al bono social de la luz (25% de descuento) por tener una potencia contratada inferior a 3 kW en su vivienda, no se le estaba aplicando. Y ante este hecho me surgió la pregunta: ¿Por qué no se le aplica el bono social automáticamente al menos en este caso?

 

Otro caso similar que ha pasado por mis manos: un familiar al que he revisado la factura de la luz cobra la pensión mínima, lo que da derecho al bono social, hecho que desconocía totalmente. En ambos casos la falta de publicidad y el desconocimiento del bono social aparece como la gran razón por la que no se disfruta de ese derecho.

 

Me pregunto más: ¿Acaso no sabe perfectamente el Estado quién cobra la pensión mínima y quién no? ¿Es que las autoridades no son conscientes de las viviendas en España que son usadas como primera vivienda? ¿Por qué se cruzan tan bien los datos en algunos casos pero no tanto en otros? ¿Acaso la pobreza energética que existe en nuestro país no exige un esfuerzo en este sentido? Hay que recordar que la luz es un servicio básico y que el bono social es prácticamente la única iniciativa tomada para paliar la pobreza energética en los últimos años.

 

Buscando información oficial acerca de la falta de automatización de las ayudas encuentro algo en el Informe 17/2009 de la hoy extinta CNE (Comisión Nacional de Energía). En sus conclusiones relata: “No se considera adecuada la aplicación automática del bono a consumidores, en su vivienda habitual, cuando han contratado una potencia contratada inferior a 3 kW. Se considera que, como para el resto de colectivos, la aplicación del bono social debe ser el resultado de un procedimiento mediante el que acredite que se cumplen todas las condiciones. En caso de mantenerse la aplicación automática del bono social a los consumidores con potencia contratada inferior a 3 kW, se propone que sea obligatoria la instalación de Interruptor de Control de Potencia (ICP), de forma análoga a lo que actualmente es de aplicación a los consumidores que desean acogerse a la tarifa social ”.

 

El tema del ICP no es baladí. La CNMC (Comisión Nacional de los mercados y la competencia) indica que el control del fraude en este sentido es la principal causa de que esté bajando el número de adheridos al bono social, puesto que al no disponer de ese aparato, contratan una potencia inferior a 3 kW, pero disfrutan de potencia sin límite, es decir, nunca les “saltan los plomos”.

 

Hay que recordar que, según la Secretaría del Estado de Energía, en la actualidad pueden ser beneficiarios de bono social los pensionistas con prestaciones mínimas, las familias numerosas, las familias con todos sus integrantes en situación de desempleo y los consumidores con menos de 3kW de potencia contratada.

 

En este último caso, la documentación que debería haber aportado mi cliente de haber sabido que tenía derecho al bono social hubiera sido:

 

  • Solicitud del bono social firmada por el titular del contrato.

  • Declaración responsable firmada por el titular del contrato.

  • Certificado en vigor de empadronamiento del titular del contrato que acredite que el contrato está destinado al suministro de electricidad de su vivienda habitual.

  • Fotocopia del documento nacional de identidad (DNI) o del número de identificación de extranjero (NIE) del titular del suministro.

  • Fotocopia de la última factura de electricidad.

 

Y todo ello sin olvidar que además hay que pasarse a la tarifa regulada por el Gobierno, el PVPC, porque la “oferta” no está disponible para el mercado libre, lo que supone que muchas comercializadoras se quedan fuera de ofrecer este descuento a sus clientes.

 

La primera gran barrera que existe para no percibir el descuento en la factura de la luz es, como hemos visto el desconocimiento, pero podemos hablar de otra barrera: el proceso burocrático. Para acabar con ambas, lo mejor sería automatizar todo el proceso. Así además, el Estado se aseguraría de que quien tenga derecho realmente recibe la ayuda que necesita.

 

Actualmente, además, si el beneficiario del bono social pierde el derecho, él mismo está obligado a comunicarlo o recibirá una penalización igual a recalcular el importe de las facturas en las que no se tenía derecho a descuento más un recargo del 10% por factura. Un descuido en este sentido podría ser fatal para las economías familiares más humildes de nuestro país, por lo que no solo se debería automatizar no solo el alta en el bono social, sino también la baja.

 

Mi propuesta es que se automatice el proceso, que diferentes organismos gubernamentales hablen entre sí, diluciden quién tiene derecho al bono social y directamente lo apliquen cuando proceda (y lo eliminen cuando se deje de tener derecho). Sé que pido demasiado, pero parafraseando a uno de los grandes triunfadores de nuestro tiempo, Leopoldo Fernández Pujals, “apunta a las estrellas y llegarás a la luna”. El panorama actual es realmente desolador, con muy poca información repartida en diversos organismos oficiales de forma fragmentada y parcial. Ni siquiera existe un portal dedicado en exclusiva a este tema social tan importante...

 

Todo ello sin perjuicio de que un 25% de descuento, sobre todo en ciertas situaciones, pueda parecer poco ahorro como para acabar con la pobreza energética. Pero eso será objeto de otro artículo diferente...

 

Actualización (20-07-2015): Actualizamos este artículo con varias opiniones lanzadas por varios usuarios de Meneame, donde el artículo ha tengo bastante apoyo, com 104 meneos en el momento de escribir estas líneas.

  1. "Iberdrola me pidió tantos documentos para solicitarselo a mi madre y dedistimos. Lo que hacen es poner barreras pidiendo documentos para que no lo solicite nadie o casi nadie. Vergonzoso. De otra parte el gobierno y la SS lo deberian tener automatizado. Supongo que estan a favor de las electricas para abrir puertas..."
  2. "Lo del bono social de la luz es de juzgado de guardia. Nosotros lo pedimos para mi madre y mi suegra y todo fueron pegas, hubo que insistir que no veas. Hubo un momento que lo concedieron, y luego no se vio reflejado en la factura. Llamamos y nos dijeron que lo habían cancelado a pedido del beneficiario. Lo curioso es que les pasó a las dos y claro ninguna había hecho ningún trámite, entre otras cosas porque todo lo estuvo gestionando mi esposa. Pusimos una queja que nunca llegó a ningún sitio. Al final tuvimos que volver a hacer todo el papeleo desde cero otra vez hasta que lo concedieron."
  3. "Mi familia ha pasado por el proceso de solicitud a Iberdrola este año, y la gran barrera que te encuentras tras la falta de información pública es el absoluto desconocimiento de los propios teleoperadores de la compañía acerca de las condiciones de aplicación, papeleo necesario, etc. No es su culpa, estoy convencido de que no se les ha formado para saber atender esas peticiones y de que no es por casualidad. El resultado: la solicitud inicial se hizo en Febrero o Marzo, y solo tras mucho insistir al teléfono y dos rechazos debido a las incorrectas indicaciones en cuanto a si los miembros desempleados de la familia debian estar dados de alta como demandantes de empleo en el SEPE para poder recibir el bono, la tercera solicitud fue aprobada... en Junio. En teoría, porque aún no ha venido la siguiente factura. Así que, aunque estoy de acuerdo en que es excesivamente difícil conseguirlo, no parece fácil hacer automático estos descuentos, porque implicaría que las empresas de energía tuvieran acceso directo a todavía más información sobre nosotros. Pero sería fácil ofrecer un servicio (en oficinas de Hacienda y desde el portal de AEAT, por ejemplo) que extienda certificados de cumplimiento de las diversas condiciones que dan acceso a los bonos"

 

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